10 de diciembre de 2010

Mi familia es un dibujo

Observando comportamientos de una parte de la familia con la que no me llevo - odian a mi padre y toda la vida me incitaron a hacer lo mismo, pero yo, seré difícil, pero no odio y menos a mi padre pormáscagadasquesehayamandado- comprendí que me querrían sólo si yo lo detestara, por lo menos.

Tengo dos hermanas del segundo matrimonio de mi viejo. Una vive en Sudáfrica (yo soy la que tenía una hermana en Pretoria y no fue al mundial, se) y la otra acá.

Y se va de vacaciones con mis tíos, con mis primos. La pasean de acá para allá. La llevan adonde vayan. Creo que hasta vive con ellos.

(Cabe destacar que una prima hermana no me habla desde el día que le falté al casamiento).

Así que la nena vive y recibe todo el amor que a mí nunca me dieron, por ser hija de padres separados, conflictuada, pero que no odiaba a su padre.

Por un momento me sentí defraudada. Como si mi niña interior les quisiera reclamar ese amor que nunca me dieron, que se lo dan a mi hermana. (que, textual, dijo que gracias a ELLOS ahora sabía lo que era una familia, a mi y a Prima que nos parta un rayo. A mi viejo lo odia, ya contaré esa historia)

Pero decidí que la Alelí interior no debería preocuparse, no debería dejar que esta manga de materialistas y egocéntricos que aman a su hermana, la lastimen.

Así que de a poco los iré mandando al carajo. O mejor dicho, ya se pueden ir al carajo. Diría quiénes son excepciones para mí, pero tampoco será recíproco, así que...

Yo no tengo nada que ver con las cagadas de mi viejo, no soy igual a él y mucho menos ando odiando gente gratuitamente como ellos. Odiar no es una palabra que yo use.

Quedaremos cada vez menos. Pero por lo menos no nos cagamos entre nosotros.

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