4 de marzo de 2012

La educación en el país del Nunca Jamás.

El lugar ideal para la gente que se queja de su vida es Twitter.
Pero como hoy tengo un día sumamente quejoso, a mí los 140 caracteres no me alcanzan.

Diario. Sileoni: "Muchos docentes seguirían de paro aunque ganaran $10.000"

Ya no me aguanto.

Los maestros se dividen entre los que aman el trabajo que hacen y realmente quieren un país mejor, con educación y cultura para todos; y los vagos que sólo lo hacen por la plata. Los acaba de meter a todos en la misma bolsa, subestimándolos con ese comentario de mierda.

Yo no enseño en escuela pública, ni creo tener la fortaleza que se necesitaría.

Recién entré al sistema educativo y lo acepté por ser el tipo de escuela que es, y porque sé que puedo dar mucho más de mí cuando siento que además de educar, puedo ayudar a aumentar el nivel de confianza, creatividad y felicidad, aunque sea efímera, en una criatura. Y porque lo puedo hacer tranquila, nadie se interpone entre ellos y yo.

Soy una persona muy justa y ante cualquier injusticia o señal de ventajismo de algún lado, pongo el grito en el cielo.
Y ya sabemos que a las personas justas en este país, no les va muy bien.

Tengo compañeras de laburo que sí enseñan en públicas.
La escuela no es lo mismo que hace años atrás.
Pido solamente volver a cuando yo hice la primaria.
Ni siquiera cuando la hizo mi vieja, porque la educación era muy rígida y nada creativa.
Pero cuando yo estudié, había amonestaciones, si no aprendías no pasabas de grado, y nada de faltarle el respeto a tus superiores. Había límites.

Mis amigas me cuentan que sufren amenazas. De los alumnos mismos, y de sus familias.
De los directivos.
El discurso "hacélo pasar así no nos joden los padres" es moneda corriente.
Que el alumno diga que no llevó la carpeta porque no se le cantó el orto.
Que te comenten que se drogaron mucho el fin de semana, y no hicieron la tarea porque es cualquiera.
Que te contesten como el ojete. Que se violenten.

Hacer cuatro horas con un "buen sueldo" es buenísimo. Yo tengo estabilidad laboral. Y tengo entre un mes y medio y dos de vacaciones (sumando todo el año).
Pero trabajo más de cuatro horas. Trabajo en casa, organizo, programo, armo carteleras, diseño el programa anual y del día a día. Porque no podés dar lo que se te canta el culo.

Y esa soy yo nomás. No vivo sola ni tengo una familia que mantener. No podría vivir sola con ese sueldo.
De modo que debería salir a buscar otras cuatro horas para poder mantenerme si me quiero ir de mi casa, para pagar un alquiler y no comer raíces. O seguir como sigo con el diseño y la fotografía. Estoy laburando de tres cosas y aún así es difícil (algo estoy haciendo mal...¬¬)

Pero si tenés un hijo ya se complica. Qué hacés, laburás doce horas?? Y sumando las extras entre correcciones, programas, etc...laburás todo el día?

El maestro público no goza de estabilidad. Mucho menos psicológica. Y no es broma.

No es sueldo digno el que ganan para alguien que está tratando de llevar adelante personas educadas lo suficiente como para que sean parte del crecimiento del país, y que encima tiene que fumarse el tipo de conductas que existen en la escuela hoy en día.

Los maestros educan al país. No sé cómo no se les dá la importancia suficiente. EDUCAN AL PAÍS.
Estoy hablando de los que realmente tienen vocación, porque en la viña del Señor (?) hay de todo y no voy a hacer caso omiso de eso.

Forman futuros ciudadanos. Profesionales. Seres que elegirán trabajar de lo que amen y tratar de llevar adelante su vida como parte de un país civilizado.

También podría hacer el comentario típico de zurdo: "Hay que ver cuántas personas del gobierno quieren que el pueblo sea educado y culto". Pero en ese tema, medio caverna, no me voy a meter. No quiero pensar que puede ser así.

Y reitero el tema social: preocúpense por hacer algo para ponerle límites a ese tipo de alumnos que generan violencia, dejemos de tenerle miedo a la familia que se pone loca a los gritos en la puerta.
El maestro ya no tiene el poder suficiente para poner límites, se lo quitaron, así que tiene que recurrir a alguien de arriba.

Lástima que nadie contesta la llamada.

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