11 de julio de 2012

Casi como en el cine, pero NO.

Nunca la vida es como en las películas.

En las películas la gente no se asusta ante las grandes cosas de la vida; cuando está confundida, al toque se "desconfunde"; aman con pasión y odian con certeza.
Siempre terminan comiendo perdices y sonríen en el desayuno.
Caminan bajo la lluvia y no se engripan.
No le temen al futuro y tienen los mejores trabajos, hacen los mejores viajes, no tienen miedos.
Los locos de las películas, los arriesgados, siempre terminan teniendo la razón.

En mi vida las cosas grandes de la vida me aterran; cuando estoy confundida, siempre pasa algo que me confunde más; no odio a nadie, pero por lo menos sí amo con pasión.
Perdices no como porque me parece una atrocidad; y nunca desayuno. Y si lo hago, lo hago sola, toda despeinada y con la almohada marcada en la cara.
Cuando me dejo estar bajo la lluvia, paso la semana posterior en cama.
Pienso tanto en el futuro que me tiemblan las manos de imaginarme que no será así. Sí trabajo de lo que me gusta, pero siempre creo que podría mejorar. E inclusive genero nuevos proyectos constantemente.
Mi último viaje creo que fue a Mar del Tuyú y soy una miedosa compulsiva.
Estoy loca, calculo. Me arriesgo bastante últimamente. Todavía queda saber si tengo la razón, o si por lo menos acierto algo.

Por lo menos me descargo rompiendo botellitas, en una escena real pero que parece de película.
Porque me gusta hacer esas cosas que si las veo de afuera, me gustaría estar haciéndolas.

Me explico?

No hay comentarios: