20 de enero de 2013

Ordenar la infancia.

El fin de semana vine a tomar la teta. (qué asco la imagen mental que tuve por un momento!)

El domingo a la mañana recordé perfectamente porqué me fuí a vivir sola: el marido de madre se levanta muy temprano y desayuna.

Para que se ubiquen en el espacio, cuando me quedo a dormir, lo hago en el futón-cama que hay en el living.  Éste espacio es abierto y dá con el comedor.

Tema aparte: Hace como un mes ando con el sueño cambiado, cosa que suele pasarme cuando estoy al pedo y de vacaciones, y termino leyendo, dibujando, escribiendo y viendo series como hasta las 7 de la matina.
Horario en el que, casualmente, desayunaba marido de madre en el comedor.

Pasé desde escuchar el sonido del agua cayendo desde la pava al termo ("glú glú glú glú"), pasando por la apertura del paquete de galletitas ("tschh tschh tschhhshjsajsdasdgh") hasta llegar al momento en que se mastica la galletita. Literalmente digo, no es una metáfora de homosexualidad.

No me explico cómo un ser humano puede generar con una simple Traviata, tanto ruido en el comedor. (y ésta vez "comedor" sí es una metáfora a su dentadura).

Acá tengo que aclarar algo: no poder dormirme a la noche, o mejor dicho, no poder dormir, me pone de tan mal humor que me irrita al nivel de querer romper cosas. Igual que los ruidos: soy demasiado sensible a todo tipo de sonidos, y creí que con el tiempo se me pasaría. Pues no. De chica dormía con un ejército atacando al lado si era necesario. Hoy en día no puedo dormirme ni con la tele prendida, y cualquier sonido más o menos cerca o fuerte, me despierta.
Eso lo voy a tener que tratar.

Entonces imaginen mi irritación de querer y no poder dormir, esta vez, por el ruido a "vejez" que provocaba todo mi alrededor.

Igual pude después dormir un rato, y ése rato se extendió como hasta las 4 de la tarde.

Domingo. Con novio en Mar del Plata. En casa de mamá. ¿Qué puedo hacer? Ordenar el placard lleno de cosas que no me llevé!!

Comencé por los juguetes de la infancia.
Buscando una máquina de coser -que todavía no encontré y con madre nos preguntamos dónde catso habrá ido a parar- encontré las Barbies.
Mi sorpresa no fue tanta al ver el buen estado en el que se encontraban, sino al observar que, de las que me compraron luego del incendio (nota: mi casa se incendió cuando yo tenía 11 años y, entre otras cosas que amaba, perdí mis 19 Barbies que tanto idolatraba), casualmente eran de cosas que haría de grande o me marcarían.

Me explico: ya a los 11 sabía bastantes cosas que me gustaban, como andar en patines o nadar, por ejemplo, así que la elección de mis muñecas -SÍ, TENÍA ONCE AÑOS Y TODAVÍA JUGABA A LAS MUÑECAS- no iba a ser arbitraria.

Así que me sorprendí al encontrar:
-Barbie que anda en rollers: Patino desde que recuerdo. Durante 3 años lo hice como deporte donde competía en Patín Carrera. Hoy en día creo que es, además de andar en bici, lo único deportivo que hago.

-Barbie que bucea: Soy fanática del agua, y comencé dos veces un curso de buceo que no pude terminar -pero ya lo haré, estoy segura- y cuando tuve la oportunidad de bucear en serio, lo hice y me encantó. Siempre quise tomarlo más en serio, pero es muy caro, sobretodo si obtenés la certificación y querés andar buceando por el mundo, hay que costearse los equipos que salen un ojo de la cara.

-Barbie que duerme: no tengo nada que explicar acerca de esto. Ésta muñeca cerraba los ojos con sólo pasarle agua caliente con un algodoncito. Yo, cuando finalmente concilio el sueño, sigo hasta que me despierte el timbre.

-Barbie "playa": Ésta no sé bien qué onda. No jugaba ningún rol, más que el de fiestera. Igual me encanta la playa, y ni hablar si hay barra libre.

-Barbie Glam: Ésta venía con dos vestidos de fiesta re glamorosos, y es súper femenina. Sería la que me está faltando asumir. (?).

Encontré también los Pequeños Ponys. Cual Lisa Simpsons, obvio que quería tener un pony. Pero mientras tanto, me regalaron estos 4 de plástico y recordé que mi favorito era el alado, porque volaba y tenía el pelo verde. ♥

Al fondo de una caja encontré los Pin & Pon. Y encontré la camarita fotográfica, muy miniatura, que ni recordaba. Y me llevo dos, con la camarita, a mi casa.

Encontré a Victoria, mi bebote favorito. También una bolsa con ositos de peluche y, lo más loco, mis cassettes.

Entre ellos, podía leerse: Guns n´Roses, Ramones, Lash Out, Ricky Martin (?), Creedence, Shakira.
Muy abiertos mis oídos por lo visto.

Ahora voy a seguir por el área de "Cartas, cuadernos y diarios íntímos".
Eso sí que no les cuento.

No hay comentarios: