4 de abril de 2013

Cambiar es siempre una opción...que elegimos solos.


Insisto en que nunca hay que hacer nada que no quieras, estar con quien no sientas ganas de estar, decir lo que no querés decir. O peor, no decir lo que querés decir.

Venimos acá de viaje y tenemos compañeros con quienes decidimos estar, nadie nunca nos obligó a nada, no estamos cerca de gente que no nos hace bien, porque tenemos libre albedrío y podemos elegir.

Entonces, por qué no disfrutar el momento en el que estamos?
Por qué vivir atajándonos, ocultando quienes somos, usando una armadura, si las personas que nos aman son las que realmente nos conocen?
Por qué sentirnos presionados a ser quienes no somos, si el único que nos hace ser o no ser como queremos, es nuestro propio ser?

Nunca van a intentar cambiarnos las personas que nos quieren, porque nos quieren así. Quizás, si, te den consejos, quieran sugerirte algo, pero cambiar, no. Nadie que te quiere te va a pedir que cambies, a menos que estés dañando a alguien más, por ejemplo.

Nadie puede obligarte nunca a nada. Mucho menos a que dejes de ser quien sos, a cambiar tu naturaleza, tu esencia.
Eso no se puede contaminar nunca, mucho menos alterar.

El cambio siempre empieza por uno, lo decide uno mismo.
Lo decidís cuando algo no funciona, cuando algo no te sirve, cuando alguna pauta de comportamiento te atasca, cuando ser quien sos lastima a otros. Pero, reitero, lo decidís vos.

Quizás la gente que te quiere, también te confunda. Quizás creas que sí, que quieren que cambies. Pero el amor no es así, y hablo de todo tipo de amor.

Somos de naturaleza egoísta y muchas veces pensamos en lo mejor para nosotros, bah, casi siempre.

Pero ante las relaciones que llevamos con otras personas, tenemos que aceptar que el otro no es igual a nosotros, y que muchas veces hay pequeños consensos que llevar a cabo, pequeños cambios de actitud con cada una de las relaciones en especial. Pero eso no implica que cambies vos, ni que cambie tu personalidad.

Si es que te molesta hacer algo por alguien a quién querés, hay que evaluar muchas cosas entonces, y eso es muy personal, es parte de la historia de cada uno.

Y por otro lado, si ves que algo va mal, el cambio es una opción. Si ves que algo no vale la pena, el cambio es una opción. Y así, miles de veces.

Somos la única persona con la que vamos a vivir toda la vida. Así que mejor empezar por casa, y que cada vecino arregle su propio lío puertas adentro.