17 de febrero de 2014

Deseos para los años venideros.

Deseo de todo corazón, que algún día nosotros dominemos a la tecnología, y deje de ser al revés.

Que vuelvan las cartas por correspondencia, y el mail sea sólo una herramienta más.

Que nos llamemos por teléfono, nos escuchemos las voces, y dejemos de conformarnos con un mensajito.

Que salir a cenar con tus hijos, sea salir a cenar con tus hijos, y no un momento aburrido donde ellos tengan que llevar la tablet porque no saben disfrutar una salida en familia.

Que los valores se revaloricen.

Que si a tu hijo se le ocurre hacer algo malo o lastimar a alguien para cumplir un deseo, no lo incites a seguir su capricho, sino que le enseñes lo que, no sólo moralmente, sino Universalmente, está haciendo mal, y darle las herramientas para que lo corrija, no corregírselas. Son la semilla del mañana, que comprendamos eso también sería ideal.

Que la computadora sea una herramienta eficaz, laboral, o auxiliar con los que tenemos lejos, y no el centro de la vida social.

Que las redes sociales colapsen, y tengamos que volver a vernos las caras.

Que tengamos el coraje de decir NO, si no queremos ver a alguien o contestar un mensaje desubicado-por cualquier medio-, sólo porque el otro sabe que ya lo leímos.

Que los chicos usen la imaginación, que sean creativos, que no se aburran cuando no hay internet.

Que internet, en fin, no sea el recurso primero para divertirse o aprender.

Que los dejemos ensuciarse, enchastrarse, a sabiendas de que eso es lo que los ayudará a tener soluciones creativas e inteligentes el día de mañana, y no andar pulcros por la vida, que sólo los presionará en términos excesivamente ridiculos y bajo pretensiones de comodidad adulta.

Que desde chicos se nos deje de inculcar el culto a las modas, al dinero, las ambiciones con fines egoístas, la traición. Que todo eso no nos haga burlarnos del que tiene unos kilos de más, o unos billetes de menos.

Que se nos inculque el amor al poder de todo aquello que realmente importa: Amor, por sobretodas las cosas. Respeto, fraternidad, justicia, comprensión, familia, amistad, lealtad. Solidaridad.

Que sepamos que atraemos todo lo que damos. Que seamos conscientes de que estamos armando nuestra vida y nadie más tiene la culpa de lo que nos pasa.

Que ser mala persona, egoísta, dañino y pararnos del "lado oscuro de la fuerza", nos devolverá exactamente eso mismo, y que por un fin egoísta o caprichoso, las cosas no van a salir como queremos.

Que respetemos el libre albedrío de todo y todos.

Que tengamos reuniones mirándonos a los ojos.

Que, finalmente, el que está del otro lado del celular, deje de ser más importante que el que tenemos al lado.

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