7 de abril de 2016

Agua.

Dicen que soñar con agua representa nuestras emociones. Yo doy fe de que siempre que mis estados emocionales están alterados o demasiado en calma, el agua viene a decirme bien a la cara cómo estoy, por si me quedaban dudas. A escupirme un poco.

Anoche estaba en Miramar. Fui una sola vez, a mis 20, 21 años. Obvio que el Miramar en el que estuve anoche se parece en nada al real.
El mar estaba embravecido, loco, furioso.
Inundó toda la parte de la ciudad que está a su lado, el agua cubría la mitad de las puertas, y yo pasaba en ómnibus, triste, por todo lo que esa gente había perdido, estaba perdiendo.
Pero no había nadie. Todas las casas parecían solitarias, no había personas ni animales alrededor. Hasta que llegué al cartel.

Un cartel de letras blancas que develaba el nombre de la ciudad, donde padres con sus hijos se sacaban fotos, donde me encontraba con un conocido con el que me dí unos besos hace años y que ahora está un poco perdido entre sustancias varias...y me daba pena. Sentí empatía dentro del sueño. Sentí tristeza. Sentí miedo.

Bajo el cartel, apoyado en un terreno elevado, el mar. Amarronado, revuelto, sumamente enojado con el viento, estallaba en olas y olas dentro de sí mismo y me aterraba. Le tengo tanto amor como respeto, como si fuera un padre que puede ver cómo se mueven mis aguas internas y pudiera castigarme por eso, por no aprender a fluir.

Más abajo, un pequeño camino de agua estancada jugaba a ser su antítesis.

Y entonces me tuve que mirar yo, tuve que tratar de entender qué le pasa a mis aguas, por qué hierven o por qué son tan heladas, qué necesitan para estabilizarse y que eso no las estanque, porque estabilidad y estancamiento son cosas completamente distintas, pero que pueden confundirse.

Dicen que soñar con agua representa nuestras emociones. Nos hace entender nuestro estado interno.
Y capaz cuando te despertás, hasta estás más calmado que cuando te acostaste.

No hay comentarios: