14 de noviembre de 2010

La culpa es de Saturno!!


Primero voy a dejar en claro que no creo en el horóscopo. No creo que a millones de personas del mismo signo le pasen las mismas o similares cosas en la misma semana, dejémonos de joder.
No creo en la gente que te tira las cartas. No creo en que todo esté programado y sepamos el futuro de antemano.

Pero, sin embargo, creo que todas las personas de un mismo signo podemos compartir algún que otro ideal, alguna manera de ver la vida, etc...pero hay miles de factores que hacen que una persona sea como es y no sea una copia de otra, asi que el tema de los signos lo tomo con pinzas.

Hay algo que todavía estoy investigando un poco, ya que me siento tocada (y no precisamente como piensan): la llamada Vuelta de Saturno.

No voy a ponerme a dar todos los datos técnicos o porqué se calculan como se calculan estas vueltas, voy a ser más directa: cada 28-30 años, Saturno pasa por la misma posición que tenía el día que nacimos. Y acá sí que creo, que los planetas mueven nuestra estantería.
Y mierda que me la está moviendo ahora mismo!!

Siento que todos y cada uno de los cambios que me estoy replanteando, tienen razón de ser, son parte de mis elecciones de vida -así que no son cambios que tenga que decidir de un día para el otro- y van a ayudarme a forjar mi futuro.

Dicen que en un promedio de 84 años de vida, hay 3 vueltas de Saturno cada 28 años. Y este planeta hinchapelotas está dando la vuelta por el mío en cualquier momento.

Los cambios a replanterse puden ser:
- Re elegir nuestra actividad laboral;
- Qué compromiso queremos mantener o no con los diferentes vínculos y proyectos de nuestra vida;
- Cuan condicionados o no estamos aún por la mirada de “nuestros padres”, o por los mandatos de la sociedad en que nacimos.

Sin palabras.

Este primer ciclo es llamado: Y ahora qué? El tironeo del Alma.
Cuando lo leí por ahí en alguna página, me quedé boquiabierta. Desde que me cuestiono TODA mi vida, mi pregunta de cabecera es: Y ahora qué??
Algo comienza a incomodarnos con ciertos "modelos" de vida que ya no funcionan para uno. Y es así. No soy la misma que a los 21, eso está clarísimo, y tampoco tengo los mismos objetivos y esperanzas para mi vida. Mis sueños cambiaron. Mis expectativas de lo que quiero ser y de loque quiero que me dé de comer van mutando. Ya no soy yo, me dicen por ahí, aunque lo cierto es que soy más YO que nunca.

No sólo he decidido arrancar de raíz mi problema con los ataques de pánico-y erradicarlos de por vida, porque no los soporto más-, sino que también decidí tomar las riendas de mi vida, pero con fuerza. Sin dudas, sin dependencias. Mi vida es mía y no le debo explicaciones a nadie.
Ando como enojada también, porque tanto cambio no es fácil de asumir, no es fácil que todo el mundo te entienda. Me he ganado un par de odios por ahí, porque "cambié" (claro, la gente le echa la culpa a uno cuando no soporta la verdad en la cara, por ejemplo).

Y si, estoy cambiando y estoy orgullosa de esto. Son pasos que doy hacia lo que vislumbro de mi futuro, hacia la libertad y el equilibrio tan anhelados.

Y lo lamento mucho si hay gente que se ofende. A mí también me duelen estos cambios, y mucho. No es fácil llevarlos a cabo. Que sea la que decide no quiere decir que no me duelan.

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