22 de abril de 2017

Machistas.

A ese ex manipulador que me decía que ponerme una babucha era para mostrar el orto, que me miraba mal si decía algo "desubicado" frente a sus amigos, que me trataba de loca cuando veía sus actitudes de mierda hacia mí, que pensó que lo quería engañar cuando le dije que quería invitar a un par de amigos de la facultad a mi cumpleaños y me terminó engañando él.

A todas esas personas que cuando era adolescente y me vestía con ropa holgada y supuestamente "masculina" me decían que era una "Cachito", una marimacho, y yo simplemente quería ocultar quien era porque estaba tratando de conocerme y de aceptarme.

A todos esos conocidos del club que me hacían bullying porque a los doce años tenía pelos en las piernas y no me los quería depilar aún.

A algunos de mis compañeros de primaria, para los cuales yo no era lo suficientemente linda pero sí lo suficientemente digna de bullying y era a la que terminaban llamando al gabinete psicológico.

A ese con el que nos decíamos "novios" cuando yo era chica y se alejó porque no le quise dar un beso tan pronto.

A ese con el que nos dimos un par de besos y se alejó porque no quería coger con él todavía.

A esos familiares que cada vez que me ven, me preguntan primero si tengo novio, en lugar de preguntarme si estoy bien.

A todos y cada uno de los que me dijeron una guarangada por la calle, simulando un halago que se supone que tengo que agradecer.

Al misógino soberbio que me trató de fácil cuando "cambié de gustos" y elegí estar con un amigo de él y no con él.

Al tipo que se hizo una paja al costado de la parada donde yo estaba esperando el bondi.

Al que me siguió en bicicleta cuando yo iba solamente a una cuadra de mi casa a encontrarme con amigos.

A los desconocidos que se creen que me conocen o que saben lo que quiero de la vida, porque soy mujer.

A todas las personas que alguna vez inventaron cosas sobre mí, como que era lesbiana por vestirme "como varón" o drogadicta, por el mismo motivo.

A todos los que me preguntan cuándo voy a tener hijos.

A mi yo anterior, que juzgó a mucha gente de la misma manera.

A todos esos quiero decirle: Váyanse a la mierda. Ojalá algún día abran la cabeza y dejen de ser tan basuras.
No saben por lo que esa mujer puede estar pasando. No saben cuánto la puede afectar lo que digan o hagan.
No saben cuán rota puede estar, cuánto le puede costar darse cuenta de que está siendo abusada, dañada.

No saben cómo es abrir los ojos un día y de repente observar todas esas situaciones en las que fuiste tratada como un objeto, como una mierda, como alguien que tiene una función específica en el mundo, solamente por ser mujer.
El machismo nos rodea, nos ahoga por todos lados. Y es muy difícil darte cuenta como mujer de lo machista que sos, casi tanto como el mismo hecho de ser mujer dentro de la historia de la humanidad. Lo bueno es que podés cambiar.

El machista tiene miedo del poder que tenemos, porque sabe lo grande que es. Entonces el machista es un miedoso, un cagón.
Y a los cagones hay que tenerlos bien lejos para que arruinen su propia vida y no la de los demás.