19 de octubre de 2010

Kung Fu Panda.

Acaso hay algo más gracioso que un panda haciendo Kung Fu??

Ya lo verán.

Hace años que dejé los deportes. Lo único que hago y esporádicamente es buceo (y esperemos que este verano ya tenga mi certificado internacional!)
Ando en bici, pero ni siquiera como deporte. Por necesidad.

Las artes marciales nunca me habían gustado, pero tampoco me había acercado a "ver qué onda".
Pero hace un tiempo me empezó a dar curiosidad toda esa movida...(digamos que por algo no había más entradas para Shrek en 3D y me comí a Jaden Smith en su Karate Kid, que además de adorarla, me quemó la cabeza). Igual está clarísimo que never tendré esa agilidad.
Pero bueno, tratando de quitarme las dudas...me acerqué hasta un lugar llamado Chin Woo a unas cuadras de mi casa.

La situación fue digna de película de Jackie Chan.
El profesor de Defensa Personal estaba por comenzar la clase. Puerta cerrada (de esas que tienen enrejadito nada más).
Y él que pregunta "Y ésa bici de quién es?" (dejé mi Cotorra atada afuera, ah, si nunca les conté, pero la bauticé hace unos meses como "Cotorra", ya subiré alguna foto y la conocerán).
Y yo respondo, casi desde el más allá: "Mía" (re pobrecita, a través del enrejado).
Me hacen pasar, yo re tímida (si, soy muy pelotuda a veces, ya lo saben) le consulto qué onda, qué diferencia el Kung Fu Shaolin con el Tai Chi Chuan, etc...
Y, digamos, más allá de que me vió re indefensa y me quería meter en las clases de Defensa Personal que daba él (proceso inconsciente o no?), me tomó de la muñeca -de jugando, claro, y me la retorció hasta que casi lloro- y me dijo:
-Venite 21:30, probás una clase y ves.

Todo lo que se da así en mi vida, me encanta. De hecho, mi vida es una serie de acontecimientos arrebatados, frente a los cuales,  cualquier persona con la que converse del tema me dice: "QUÉ??!" o directamente se me caga de risa.
Me pasó con el curso de buceo. Con portugués (como si fuera muy loco estudiar portugués!). Y me pasa cuando cuento que quiero hacer un curso de primeros auxilios de la Cruz Roja para ser voluntaria.
Y ayer me pasó de nuevo.

Volví de la clase, sonrisa plena, caminando a las once de la noche las 5, 6 cuadras que me separaban de mi casa.
Le conté a mi familia lo que me había gustado(es uno de los únicos momentos donde no siento ganas de vivir sola o con mi novio: cuando estoy impaciente por contar algo). Hasta ahí bien, el marido de mi vieja hacía, a mi vieja le gusta (ahora quiere empezar la limada, a alguien tenía que salir!). Después les conté a un par de amigas...y si, la reacción que esperaba. Creo que la gente que me conoce, a esta altura,  ya sabe que este tipo de cosas se las puede esperar de mí.

Así que sí, pueden cagarse de risa ahora: EMPECÉ KUNG FU.

No hay comentarios: