Ni siquiera sé si tengo excusas o motivos lógicos.
Lo único que sé es que vine al mundo a renegar de todo y con todos.
A molestarme con las leyes, a quejarme de las injusticias.
Sobretodo con la sociedad y las tradiciones.
A mí, prácticamente, me indigna todo.
No me gusta que me impongan límites geográficos, ni de tiempo, ni de horarios, ni de edades, de nada.
Probablemente estemos acomodados de acuerdo a los límites que fue imponiendo la iglesia con el correr del tiempo, en una gran parte.
Por ejemplo, no me gusta que por tener 30 años, ya no tenga que salir, no tenga que andar de joda, tenga que vivir con mi novio, tener hijos, un trabajo estable, un auto, la casa y el perro. Tenga que ser "responsable".
Quiero saber por favor, si ser responsable viene de la mano con formar una familia, ser ama de casa, que tu marido labure en una fábrica, irme de vacaciones a Mar del Plata o Las Toninas, y llorar de infelicidad el resto del año.
La sociedad siempre desdibujó a la mujer y el machismo implícito sigue dando por sentadas muchas cosas que ya no van.
La mujer no es la misma, señores.
Gracias a Dios somos muchas las que no nos conformamos, las que queremos más, las que no nos quedamos en casa planchando las camisas, mientras el zángano lee el diario o hace zapping.
No cuestiono a quienes lo hagan, seguramente les guste, pasa que yo no soy así.
Soy parte de las mujeres que quieren aprender, que no se sienten satisfechas como el común de la gente, con lo establecido.
De las que buscan algo más de la vida que hacer guita y vivir de las superficialidades, de las que nos damos cuenta que hay gente que no está bien, que necesita ayuda, que hay cosas que mejorar; que los libros hay que leerlos y no dejarlos juntando polvo en la biblioteca; que hay muchos vinos por probar y música que bailar. Que podemos liberar la voz para cantar, para enseñar, para defendernos, para dar.
Desde que recuerdo, fui pensando siempre para adelante.
Pensaba a qué edad me recibiría, a qué edad me casaría, a qué edad me gustaría tener hijos.
Y todo eso, creo que por suerte, se dió a destiempo.
Creí poder recibirme a los 22 años, pero lo hice a los 27.
Creí casarme alrededor de los 25, pero me dí cuenta que no quiero.
Creí que tendría hijos como mi vieja me tuvo a mí, a los 27, pero por ahora no están ni en mis planes.
De hecho, a veces algunas mujeres se ponen tan boludas cuando tienen hijos, que me dan miedo. Ni hablar de que alguien dependa de vos toda su vida, me cago en las patas.
Con el tiempo todo se fue modificando, y la sociedad me iba apurando con sus preguntas de mierda como:
"-Qué es de tu vida? Te casaste? Tenés chicos?"
No, la reputamadrequeteparió, no me casé porque el amor no es un negocio, ni tengo que firmar un papel para demostrarle a alguien que lo amo.
No tengo hijos porque soy una boluda todavía, y no quiero ponerme pelotuda como tu hija con los suyos, ni que mi vida y mi felicidad sólo dependan de ellos.
Me recibí tarde y todavía quiero estudiar otra cosa, porque antes de formar una familia y traer hijos a esta sociedad del orto, prefiero poder trabajar de lo que amo, y no tener que mulearle a alguien en un trabajo que odio, para darle de comer a mis lobeznos.
Y sí, a mí todo se me dió tarde en la vida, y lo peor es que todavía tengo que seguir esperando mucho más.
Por qué?
Primero porque se me canta el ojete.
Segundo porque estoy con alguien menor que yo, y en el aspecto familiar, ni quiero ni se merece que lo apure.
Tercero, porque SOY FELÍZ viviendo sola, teniendo mis espacios, mis cosas, mis silencios, mis siestas, sin que nadie me prive de dormir, de comer y tomar lo que quiero, de salir y volver cuando se me cante.
Sin que nadie me prenda la tele cuando leo, sin que nadie me tire un juguete por la cabeza, sin que nadie me rompa mis cosas, esas cosas tan de hija única que tengo y cuido como si fueran mi más preciado tesoro.
Y, principalmente, sin que nadie me raye los libros o me rompa los discos.
Soy una inmadura? Probablemente, en un 99,9%.
No soy una persona normal, no quiero lo que todas quieren, no siento las ganas que todas sienten a mi edad.
Yo soy felíz con otras cosas.
Y me duele en el Alma, me lastima, que la sociedad "me apure" y me presione, y se crea con el derecho a cuestionar mi vida y mi felicidad, sólo porque las cosas se me dieron de otra manera, y, simplemente, porque no soy como ellos.
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