25 de marzo de 2010

Top nosecuánto de cosas horribles a la hora de viajar en bondi.

Corta distancia:

1) El bondi lleno.

2) El hombre que se hace el dormido para no cederte el asiento.

3) Los que no le ceden a quien corresponde el asiento de adelante, ni por ley...

4) Los inadaptados que se creen que queremos escuchar la música de mierda que tienen en el celular del orto que se compraron ayer. Y que seguramente les vino con AU-RI-CU-LA-RES!!!

5) El que te mira con cara de lobo feroz.

6) Los que se zarpan en transpiración, y consecuente olor...

7) El que te quiere afirmar cuando pasa por atrás con bondi lleno.

8) El colectivero ortiva.

9) Los que se sientan del lado del pasillo y no hay nadie del lado de la ventanilla.

10) Los que se colan en la fila mientras esperás.

11) Los que ponen a un nene chiquito o bolso/s en un asiento entero.

12) Los que se creen que queremos escuchar todas sus conversaciones telefónicas.

13) El que no le baja el volumen a los jueguitos.

14) El nene caprichoso que llora todo el pu%# viaje.

15) El que te patea o mueve constantemente el respaldo del asiento.

16) Y si hay algo que me jode, casi tanto como los idiotas con música en el celular, es bajarme con un "Chau, gracias" al colectivero, sin obtener respuesta alguna!! Si tuvo un mal día, por mi culpa no es!!

Larga distancia:

1) El/la que te ocupa el baño todo el viaje.

2) El nene descompuesto, que vomita todo el viaje.

3) El nene que grita todo el viaje.

4) El que se te tira con todo el asiento para atrás.

5) El aire acondicionado (vienen sin regulador de temperatura, o el colectivero tiene presión alta???!!)

6) Que no te den comida. (total, llego al día siguiente, descompuesta! De hambre, claro)

7) Que no pongan película. (no tenés ni "Esperando la carroza", flaco?)

8) Que te confundan el equipaje.

9) Que manejen tan como el culo.

10) Que el chofer te despierte a los gritos, 500km antes, avisando qué parada es esa....(Y a mi qué mierda me importa??! Animal!!)

11) Idem 14 corta distancia.

12) Idem 15 corta distancia.

13) La banda de pseudo hippies que van con la guitarrita cantando a las 4 de la mañana, cuando estás bien rota de tratar de dormir en un asiento "semicama". Semicama de Frankenstein!!

14) El baño.

15) Que el bondi arranque sólo una parada antes...y venga con el portaequipajes lleno!!!

16) Bajarte y darte cuenta que te olvidaste algo arriba, o que se equivocaron de equipaje... mientras el bondi se aleeejaaa.....

Top Catorce de personas que quiero golpear cuando ando en bici por la calle...

Si más preliminares, acá están los favorecidos:

1) Sin dudarlo, el boludo que te abre la puerta del auto y, obviamente, se gana todas las puteadas habidas y por haber, y hasta le recordamos a todas las mujeres de su familia.

2) El que viene por tu izquierda pasándote desesperado, para doblar hacia la derecha!! Cuando me pasa por adelante le rayaría todo el auto con la bici. ¿Porqué nadie puede esperar??

3) El que viene por tu izquierda y no te cede el paso, ni siquiera si venís en Avenida.

4) El que viene de la derecha, y no te cede el paso, mientras vas por Avenida.

5) Cualquier hdp que no sabe las reglas de tránsito.

6) El que te apura porque quiere doblar a la derecha y va pegado atrás, y te hace sonar el motor. (ni hablar si se atreve a tocar bocina!) Le voy a poner un acelerador a la bici por vos, pelotudo!!

7) Las motitos que vienen en zig zag y casi te tiran a la mierda cuando pasan.
Sin nombrar a los desubicados que le sacaron el escape y te queman el bocho con ese ruido infernal a onomatopeya que ni siquiera sé cuál sería...

8) Ver que desde un auto, algún inadaptado tira basura para afuera. Nunca una bolsita para la basura en el auto, hdp. (Ídem con los que en las paradas de bondi o caminando tiran botellas, papeles, y montón de etc., quienes jamás aguantan hasta el cesto más cercano).

9) El que para en el semáforo arriba de las rayas peatonales.

10) Los peatones que se mandan cuando tengo el semáforo en verde.

11) El que se cree que porque andás en bici no te estresás!!!!!!!!!!!!!!!!! Manejá una cuadra en bici, en esta ciudad en que cualquiera tiene registro, y después contáme!!

12) Todos los automovilistas que no te dejan pasar cuando llueve.

13) El que se ríe porque andás en bici. Yo no contamino al planeta, y estoy en mejor estado que vos, infeliz.

14) Los babosos.

En breve, el top nosecuánto de cosas que detesto de viajar en bondi.

22 de marzo de 2010

QEPD



Qué locos los cementerios...qué raza la humana...

Ahí abajo, el cuerpo, no hace más que podrirse y contaminar las napas subterráneas (si, el cuerpo por más orgánico que sea, contamina), y uno le erige una tumba o placa o estatua o loquesea, para ir y llevarle flores, hablar con él, (como si estuviera el alma o lo que quede, ahi abajo realmente) o. como en muchos casos, sirve para olvidarse de que el difunto en vida molestaba, y ya que se fue, lo dejamos ahí y nos olvidamos que estuvo acá arriba, contemporáneo en algún momento a nosotros...También sirven como excusa para ese tipo de gente...

Me parecen una porquería los cementerios. Ideológicamente hablando. No me dan miedo, no me parecen tristes, al contrario, me generan una intriga y una fascinación que, más allá de lo oculto, sirven para plasmar ese horror "humano" en unas fotografías, y seguir sin comprender porqué lo hacemos.
Provocan una típica duda existencial.

Porqué necesitamos tenerlos presentes, porqué es necesario y casi vital, no dejarlos ir?? Seguir visitando el cementerio cada aniversario para demostrarle que no lo olvidamos? Creemos, realmente, que el muerto nos está viendo cuando "cumplimos"? Y la fe? Nadie cree que pueden estar viéndonos, con nosotros, y saben todo lo que los extrañamos, sin que sea necesario ir al cementerio?? Ay no, qué horror que los muertitos te anden rondando.....no seamos hipócritas, son más dañinos los vivos que los muertos...
Porqué nos es imposible el desapego y casi mortal el sufrimiento por la pérdida?? Eso sí me parece triste...

No le tengo miedo a la muerte, hacia mi persona, sino a la de mis seres queridos, pero me resultaría un poco confuso ir al lugar donde enterraron el cuerpo, algo tan terrenal como el cuerpo, que en pocos meses ya ni esté ahi...prefiero comunicarme o estar en contacto (por así decirlo) de otra manera...
QEPD...seguro que van a estar en paz, por lo menos mucho más que nosotros...

Otra cosa: porqué la religión católica, toma por pecado mortal el suicidio, por ejemplo, y no hay ni extremaunción ni nada de lo que un católico hecho y derecho se "merece". Eso me parece una estupidez. Ya de por sí todo lo que haga la iglesia católica me parece una estupidez, pero creer que tienen el derecho de decir "Fulanito se murió así y asá, entonces no va con Dios" o juzgar en esta vida terrenal todo lo que hizo o dejó de hacer el muerto...me parece que como seres humanos, y no divinidades, no nos corresponde.
Algo hay allá arriba y estoy segura que la justicia existe. A la corta o a la larga, quien las hace las paga, y no creo que todos las paguen en tierra firme. Así que prefiero creer que allá alguien se encarga, y no precisamente los sacerdotes...

De todos modos, por más repugnante que me resulte la actitud, voy a seguir yendo a los cementerios, porque ahí se consiguen las fotos más espectaculares, que tienen una mezcla de fe y decadencia, con un toque místico y bizarro, que en otro lado no consigo...

El dilema del casorio.

Todas, todas las mujeres, todas aunque sea muy en el fondo, hemos pensado alguna vez en el casamiento.
Y tengo miedo de reconocer que me gustaría un poco, por cursilería nomás, ya que no creo en ninguna institución que lleve a cabo el matrimonio. En el matrimonio mismo, tampoco. O sea, que si pudiera llevar a cabo mi casamiento un rastafari o un hippie cualunque, en una playa paradisíaca, sólo teniendo como símbolos los anillos, sin meter a Dios ni a la ley en esto, quizás lo haría.

De chiquitas todas soñamos la gran “Susanita”, hasta que, algunas, de grandes, nos damos cuenta de lo patética y controladora que es la Iglesia, lo inmundas e irrespetadas que están las leyes en este país, y lo poco duraderas que están las relaciones.
Es tipo “Juego de la Vida”, sólo que ganás y perdés, pero posta.

Veamos las diferentes posibilidades de futuro:

Te casás por Civil: sólo para darte cuenta que si hubieras seguido en concubinato, todo sería exactamente lo mismo, papel menos, papel más, con la diferencia de que ahora una discusión grosa te hace cagar en las patas, por miedo a perderlo todo, o incluso tu propia vida, si tu amorcito en un arranque de Hulk transformara un fin de semana romántico al mejor estilo “Guerra de los Roses”. No creo que firmando un papel la gente crea más en que realmente amo al hombre que tengo al lado, y que quiero una familia y un futuro ( y el resto de mi vida) con él.
Inclusive, los certificados de concubinato cumplen la misma función (en lo que a papelería respecta) que el certificado de matrimonio.

Te casás por Iglesia: para las más tímidas, un parto el camino hacia el altar. Ni hablar de todas las tías solteronas y las abuelas a punto de espichar, que lloran desconsoladamente como si te hubieras muerto en lugar de casarte. (será una paradoja?)
Todo para llegar al lado de tu amorcito, comenzar a contestar las preguntas de memoria que te hace el cura, y, si tenés mala suerte, que te toque uno que arranca a preguntarle a los invitados si el matrimonio es correcto entre personas del mismo sexo, (y los chupasirios que se saben las cancioncitas de misa de memoria, le contesten al unísono que “Nooo!”, prácticamente horrorizados) y luego prosiga tu matrimonio no sin antes extender la charla homofóbica unos 15 minutos.
Ni hablar de las que se ocupan de organizar su propio civil, fiesta, souvenirs, comida, etc....

Te casás en Las Vegas: Ese debe ser buenísimo. Vale aclarar que acá no es válido (si no me equivoco) y recordá los innumerables actos de descontrol que podés llevar a cabo.

Te casás a la gran Mollo-Oreiro: La hicieron re bien, en el medio del mar, anillos de "mentirita" mediante...Por lo menos no se los pueden sacar para piratear, y la pasás bomba en un lugar paradisíaco.

Te quedás tranquilita en concubinato: Estás exenta de todas las anteriores, pero tenés el reproche de tus viejos, tus suegros, y tus amigas, que, interesados o no en el aspecto “legal” del asunto, tienen ganas de tener una joda terrible. (y se olvidan que zafan de hacer regalos u aportar una suma interesante, no?) Mmmm…pensándolo bien, está bueno lo de los regalos….

No te casás nunca ni concubinateás: Miti-miti. Pasás el resto de tu vida sin que nadie te rompa las pelotas, hacés lo que se te cante, con quien se te cante.
No le rendís cuentas a nadie, y si no tenés invitados a tu casa, ni siquiera estás obligada a cocinar o limpiar.
Pero no olvides que sos mujer, y más allá de la edad, vas a anhelar tener ocupado el otro lado de la cama, que te abracen, te digan “te amo” y tengas con quien compartir tu vejez y el crecimiento de tus hijos y nietos. Y algún que otro juego de mesa.

La mayoría de estos casos, incluye, obviamente, el riesgo de separación y quilombo de haberes implícito, haya ley de por medio o no.
Pero bueno, hay que tener fe en algo y sobretodo, no dudar de lo que queremos, y mucho menos de la persona con la que lo queremos, sino vamos muertas.

Opto por el concubinato, ya que detesto los papeleríos hipócritas de la sociedad, no me gustan las leyes, y no tolero a la Iglesia Católica.
Peeeeeeeeeeeeero, reconozco que a veces, sigo anhelando los juegos de mi infancia, cuando el Príncipe Azul se arrodillaba y me pedía matrimonio mientras me mostraba el anillo en la cajita, con todo el amor del mundo en la mirada.
No es re Susanita???

7 de marzo de 2010

Nadie pensó que no quería irse??

Solía escribir mucho en mi adolescencia. Adolescía, justamente, de todo, y me provocaba escribir. De hecho, hoy leo cosas que he escrito y no puedo creer que hayan salido de mi cabeza…

Como a los 18 años, tuve una época bastante dolorosa, motivos varios, y la inspiración se borró, por un tiempo por lo menos…
Hace unos meses volví a escribir. Hay cosas en la vida que te mueven todo internamente, y hay que buscar como ordenarse de nuevo.

Todo empezó cuando a fines de 2009, un conocido me contó, indignado, que no pensaba pagar los doscientos pesos que le cobraba el veterinario, por sacrificar a su perro, que estaba muy enfermo. Entonces, no dudó en contarle a alguien vegetariano y sumamente sensible con los animales, la atrocidad de la que formó parte. O mejor dicho, que cometió.
Esperó que el pobre animal estuviera de espaldas, para tomar su escopeta de caza y efectuar el certero disparo en la nuca, que acabó con la vida y el sufrimiento de su mascota.
Más allá de que en mi cabeza no entra la idea de -siquiera- tomar el arma, y mucho menos para eso, una duda existencial abarca hace tiempo mis días.
Quién es quién -como el juego- para decidir cuándo va a ser el último día que veamos la luz del sol, la última bocanada de aire, o la última vez que olfateemos el jardín??
Creo que más allá del dolor que uno puede estar sufriendo, es uno quien debe decidir. SI no podemos hablar o comunicarnos, entonces porqué alguien tiene que decidir por nosotros? Porqué es mejor provocar la muerte que el sufrimiento?? No pongo en jaque que hay miles de enfermedades o dolores que aquejan al mundo, pero cada uno debe decidir si vivir o morir.
Quizá haya gente que vive sufriendo, pero la hace feliz la compañía de sus nietos, las noches con luna llena, el mar, el perfume de las flores… (y éstas son sólo pequeñas cosas que se me ocurren, porque creo que cuando uno sufre tiende a apreciar las pequeñas cosas que antes ni notaba…)

El perro probablemente quería que el dolor se borrara de su cuerpo, pero no creo que haya deseado la muerte. Quizá estaba tan agraciado con la vida que le permitía olfatear esas flores todavía, ese pasto recién cortado, ese…PUM!. Y nada más.
A veces me siento disconforme con la vida, con mi vida, pero no por eso tengo ganas de morirme. Al contrario, por más agotada de todo que esté, siempre hay un motivo por seguir en la lucha. Y si no hay, se busca. El que busca, encuentra.

Siempre tengo ganas de moverme, de cambiar, de crecer….a veces creo que esa adolescente sumamente cambiante y de humores insoportables, sigue en mí, firme al pie del cañón. Sigue conflictuada, buscándole -todavía- el porqué a todo. A la vida, a la muerte, a las injusticias, al mundo. El porqué de los porqués sigue presente, revolviendo y haciendo que la adolescente renazca. Pero todo lo que crecí en estos, casi, 10 años, no tiene comparación con la niña que fui.
Aprendí a observar , a analizar, a intuir. Hoy veo las cosas de otra manera, hoy me mimo más. Hoy soy mucho, muchísimo más sensible, con la naturaleza y con mi entorno. Conmigo y con todos. (todavía no sé si esto es bueno o no).

Así como me fui por las ramas, no dejé de pensar en el perro. No dejé de pensar en que cada uno decide hasta cuándo. Y si está escrito, aunque sea el momento, no se me ocurriría dejarlo en manos de otro. Asimismo pasa con los accidentes también….pero ya me voy a otro tema como los inconscientes y la inseguridad, la poca responsabilidad….y eso lo dejo para otro post.
Por lo pronto, no me gustan ni los sacrificios ni la eutanasia.
El aborto?? Ufff….esto dá para más parece….

Igual yo lo amaba y me partió al medio que se fuera así.