4 de marzo de 2012

No hablo siempre de mí.

No sean idiotas, obvio que no soy tan egocéntrica. Igual es mi blog y hablo de lo que se me canta. Lloro si quiero.
En fin, tengo la secreta capacidad de observar todo lo que me rodea y de sacar conclusiones.
(bueno, saco conclusiones, sobretodo apresuradas, de TODO)

Ejemplo number one: las pendejas que NO tienen cuerpito de modelo, y se visten con dos pedacitos de modal: no tienen amigas sinceras. Chicas, búsquense amigas con un poco de honestidad. EN SERIO. O vayan a recuperar su dignidad a la oficina de Objetos Perdidos, pero YA.

Ejemplo number two: las familias numerosas que salen a la noche a sentarse en la esquina de un bar (ponele que era Smowing, en el medio de una de las avenidas más transitadas de mi ciudad): o están evaluando el mercado para sus hijas, o se les quemó la tele.

Ejemplo number three: el hombre que maneja escuchando cumbia santafesina a todo culo: tiene la pija chica, y probablemente esté sufriendo la falta de lluvias en su maizal. Y se cree que hace el mejor mate del mundo.

Ejemplo number four: Mujer con pollera que de pedo le tapa el ojete + escote exuberante + maquillaje exageradísimo cual escopeta de Homero + alcohol: mujer soltera desesperada y sumamente fácil. No recomendable para una relación a largo plazo.

Ejemplo number five: el señor que junta las botellas y me quiere llevar la de la birra sin terminar me pone muy nerviosa. No era ejemplo, pero lo tenía que decir.

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