17 de mayo de 2012

Tema uno: decidir qué hacer. Contaminación y moneda.


Los ataúdes ralentizan el proceso de descomposición de un cuerpo, y originan gases de efecto invernadero.
Al cremarlo, el cuerpo emite dioxinas y furanos, contaminantes para el medio ambiente también.
Las cenizas también alcalinizan el suelo y cambian su ph; por eso recomiendan tirarlas al mar, que tiene tendencia hacia la acidificación y no sé qué otra cosa más...
Existe un método que se llama promación, donde el cuerpo se congela en extremo hasta cristalizar tejidos y huesos, que luego se convierten en polvo. Supuestamente de esta manera no contaminamos.
Pero ni preguntemos el costo monetario de esto, no?

Ya desde que nacemos estamos destinados a contaminar el hogar que luego dejaremos.

El costo de despedir un cuerpo humano "como la gente", consiste en aprovecharse de personas dolidas que no escatimarán en gastos para darle un buen lugar de descanso al difunto, que al cabo de un tiempo ya ni existirá como materia.

En qué basamos esas decisiones? Por qué organizamos funerales?
Por qué lo lloramos? Realmente "lo sentimos" por esa persona, o por cuánta falta nos va a hacer a nosotros, que nos quedamos acá?

Por qué??

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